Esta historia es cortita.. pero
la presente a un concurso de mi colegio o.o
y gane el primer lugar <3
leanla ò___o
y ojala les guste~ <3
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Sueños de un Alma Muerta
Nadie sabe en verdad si un alma es quien le da vida a una persona, o si es la conciencia. Nadie sabe tampoco si el alma muere o sigue viviendo, y nadie sabe adonde llegara a parar un alma si una persona pierde su vida. Pero en realidad algo que creíamos ilógico puede llegar a ser verdad.
Todo esto que contaremos a continuación, ocurrió mucho tiempo atrás en un lugar donde no había opresión, donde no había injusticias. Se vivía en paz.
Amethys era una joven princesa, muy bella, de cabello púrpura y piel clara como la leche, y que vivía en su reino, en su cuarto prácticamente. Sus padres, los reyes, pasaban todo el día ocupados gobernando el reino y atendiendo a las peticiones de su pueblo. Amethys pasaba todo el día en su cuarto, y no salía de allí, ya que no tenia nada más que hacer. Todos los días, tomaba su preciada flauta de plata y tocaba una bella canción que encantaba a todos. Amethys aun no pensaba en casarse. Soñaba con descubrir nuevos lugares, y nuevos países. Y siempre se dijo que su esposo perfecto tendría que ser alguien a quien le guste explorar el mundo. Pero su puesto de princesa le impedía cumplir sus sueños.
Un día, mientras tocaba su flauta como era habitual, se le ocurrió una gran idea: Escaparse del castillo. Planeó toda una semana aquel escape. Hasta que llego la noche de la fuga. Ató miles de sabanas, conformando una especie de cuerda con la que pudiese salir desde la ventana de su cuarto. Una vez pasado ese obstáculo, faltaba nada mas pasar los jardines reales, cosa que no seria nada sencillo con todos esos guardias cuidando cada rincón. Pero al fin y al cabo lo logró. Después de un largo tiempo, Amethys ya estaba afuera del castillo.
Amethys era libre, ¡libre! Era algo que deseaba desde pequeña. Al fin tenia toda la libertad de explorar a su antojo lo que quisiese. Se cubrió con una capa y se hizo pasar por una aldeana más. Exploró, pueblo por pueblo, aldea por aldea, conociendo cosas nuevas, cosas que en su reino no podía ver. Conoció gente muy buena, y también aprendió muchas nuevas cosas y costumbres. Y por cada lugar que viajaba, siempre había algún paisaje o motivación que le hacía seguir adelante.
Una tarde, Amethys se encontraba paseando por las calles de una cuidad, cuando vio una gran cantidad de gente. Decidió ir a ver que es lo que ocurría. Era una discusión entre unos ladrones, que al parecer tenían malas intenciones, contra un chico que se defendía. El chico tenía aspecto noble y pacífico, era apuesto, de pelo castaño y sus ojos eran negros. Este evitaba las amenazas de los ladrones. Estos querían que les entregasen todas sus pertenencias, pero el se negaba. Entonces los ladrones se le lanzaron para atacarle, pero el chico, muy astutamente, provocó un hechizo que los paralizó. Entonces se fue sin decir nada.
Amethys, interesada por conocer la identidad del chico, lo siguió por un callejón. Este se dio cuenta de inmediato de que le seguían, así que hizo una maniobra para desaparecer ante la vista de ella. Amethys, sorprendida, intento buscarlo, pero no le encontró por ningún lado. En eso el chico apareció tras ella preguntándole que era lo que quería de el. Esta le pregunto todo lo que quería preguntarle, para saciar su pequeña curiosidad. Su nombre era Orem. Era un hechicero, y vivía viajando por países y pueblos. Amethys pensó por un momento, porque ese era su sueño, que de apoco estaba cumpliendo. Así que Amethys decidió acompañarle. Al pasar el tiempo, ambos se hicieron buenos amigos.
Amethys seguía tocando su bella canción con su flauta de plata. Orem le admiraba por eso, por ser buena tocando esa melodía que encantaba a todos. En cada pueblo que ellos visitaban, Amethys tocaba su melodía, y era conocida por eso. Tanta fue la fama de Amethys y su canción, que el rumor llegó a rincones inesperados, incluso fue a parar hasta Morgana, la bruja del castillo de las sombras. Esta bruja no era cualquier bruja, esta tenia la habilidad de arrebatarle el alma a quienes odiaba, y guardarlas en su colección. La bruja era celosa, y sintió celos de la habilidad de Amethys. Así que decidió quitarle su preciada alma.
Y así fue. La bruja fingió ser una elegante reina, e invito a Amethys y a Orem a su castillo, en especial a Amethys, para que le tocase la canción con la flauta de plata. Una vez que estuvieron allí, Amethys tocaba su flauta, y Orem nada mas vigilaba por si las dudas. Pero no se dieron cuenta de que era una trampa. Las sombras atraparon a Orem para evitar interferencias, y en un instante, Morgana le arrebató su preciada alma a Amethys. Orem, al presenciar aquel acto, logro liberarse de las garras de las sombras y atacó a la bruja, intentando recuperar el alma. Pero le fue inútil, sus poderes no eran los suficientes para vencerla. Y la bruja escapó. Orem, al ver a Amethys tirada en el suelo, trató de levantarla, y se dio cuenta que aun estaba viva, aun respiraba, y su corazón latía, pero su piel era pálida, y sus ojos fríos como el hielo. En su cuerpo tenia algunas heridas, pero no mostraba muecas o señales de dolor. No sentía, no podía sentir, ni llorar, ni reír. Era solo un cuerpo vacío sin alma, sin la chispa de vida. Era nada más un cuerpo vacío.
Al pasar los días, semanas, meses, Orem la cuidó, la cuidó y la protegió. Le enseñó todo lo que había perdido, desde cosas básicas hasta magia. Orem siempre estaba a su lado, pero aparte de cuidarla, entrenaba cada día mas, para mejorarse, para ser más fuerte y poder recuperar el alma de su amiga. Amethys le observaba entrenar, y aprendía con tan solo mirarle. Mientras mas pasaba el tiempo, un sentimiento nuevo crecía en Orem. Cada vez que estaba con Amethys, deseaba que los momentos duraran eternamente. Entonces un día se dio cuenta de lo que era: Estaba enamorándose de Amethys. Pero el sabia bien que no podía ser correspondido hasta recuperar el alma, así que eso lo hacia ser mejor cada día, y entrenar cada vez mas. En cambio, Amethys, sin hacer gestos ni nada, siempre observaba a Orem, y aprendía de el. Y siempre estaba a su lado, y lo miraba, con sus fríos ojos vacíos.
Pasó alrededor de un año desde que a Amethys le fue arrebatada el alma. Ella ya había aprendido muchas cosas, a cuidarse sola, a cocinar, entre otras cosas, y también aprendió hechicería. Aprendía mientras observaba a Orem, y ella era casi tan fuerte como el. Una noche, Amethys despertó de repente. Sentía que algo le llamaba, y salio de la casa para buscar aquello que llamaba su nombre. Orem, al despertar se dio cuenta de que amethys se alejaba, y decidió seguirle. Al llegar Amethys a su destino, Orem se encontró con la sorpresa de que Amethys buscaba algo, pero en el castillo de las sombras, donde Morgana habitaba. Mientras tanto, la bruja presentía la llegada de ambos, y se alegró, porque los esperaba con ansias. Orem fue a preguntarle a Amethys que era lo que ella hacia aquí. Y ella le respondió que su alma le llamaba. Orem entendió todo, y se dio cuenta de que era hora ya de la lucha final. Ambos entraron sigilosamente al castillo, pasando cada obstáculo que les impidiera el paso.
Una vez arriba, en la torre más alta, encontraron a la bruja con un frasco en sus manos. El frasco contenía un alma, que emitía una luz. Era el alma de Amethys. Orem desafió a la bruja, y esta acepto con gusto. Dejo el frasco en un lugar seguro y se preparo para luchar. Amethys, mientras tanto, observaba el frasco, y trataba de buscar el momento perfecto para recuperarlo.
Y la batalla comenzó. Morgana lanzaba constates hechizos a Orem, pero este los esquivaba con facilidad. Entonces Orem lanzó un hechizo, que parecía débil. Morgana se confió, creyendo que el poder de Orem seguía siendo débil, pero al recibir el impacto del golpe, este la lanzo lejos. Morgana recibió una serie de hechizos, dejándola débil. Amethys mientras tanto, sigilosamente recuperó el frasco, y lo observo por un buen tiempo. Orem al verla, le dijo que abriese el frasco, pero ella no reaccionaba. Morgana intento ir a arrebatarle el frasco, pero orem la detuvo por un tiempo y le exigía a Amethys de abrir el frasco. Hasta que Amethys reaccionó, abrió el frasco y el alma brilló con toda sus fuerzas, entrando en su cuerpo. La bruja, enfadada, trataba de quitarse a Orem de encima, pero este le lanzó otro hechizo, dejándola tirada en el suelo. Y Amethys, reaccionando a la situación actual, le lanzo un hechizo a la bruja, el mas poderoso que pudo, y la venció.
Orem cayó al piso cansado, tras aquella dura pelea, pero estaba feliz. Amethys fue a verle y le abrazó, llorando de felicidad. Orem la vio, y sonrió, diciendo que el deseaba volver a verla llorar. Y Amethys también comenzó a sentir lo que Orem sentía por ella. Ambos se querían mucho, porque el tiempo formó su linda amistad. Orem le dijo a Amethys que, si no fuera por el estima y cariño que el tenia por ella, nunca hubiera mejorado y nunca hubiera podido desafiar a la bruja. Amethys nada mas sonreía, sonreía como nunca, después de mucho tiempo en que en su rostro no se le viera una sonrisa o alguna lagrima. Entonces, tomó su flauta de plata y volvió a tocar su bella melodía, mientras volvían a casa.
A pesar de cada detalle, cada derrota y cada fracaso, todo tiene un final feliz. Orem y Amethys también tuvieron el suyo. Amethys le confesó a Orem lo que era ella, una princesa, y que había escapado de su castillo. Orem le aceptó, y ambos volvieron a aquel castillo, donde Amethys pertenecía. Al pasar varios años, Ambos se casaron, y fueron muy felices juntos. Amethys seguía tocando su flauta como siempre, viajaba constantemente al lado de Orem, explorando, tocando su flauta, y su bella melodía seguía siendo conocida, y provocaba admiración en unos, y envidia en otros. Pero eso a ella no le importaba. Lo único que quería era tocar su flauta y ser feliz. Y lo era. Sus sueños se hicieron realidad.
Fin~